- ¿Qué voy a esperar ya?, sabiendo que soy una fea y triste viuda, que sin más desdichos no pude tener ni hijos.
Ya hace 32 años que no veo mi realidad, tan solo yo sigo siendo mi jovven y vital cuerpo.
- "¿Soy quien soy?"(me pregunta el día) y sin más resùesta le contesto: "soy la noche y soy el día".
- Al menos tengo estos profundos ojos azules, que podría dominar el mundo, ¿Porqué no a un hombre?.
- Hoy desperté queriendo ser joven, tengo tantas ganas, que pude ver mis manos y piel como una niña de 16 años.
- Quiero sentirme más joven, es por eso que llamé aquel hombre, aquel hombre que apenas logró captar mis manos jovenes, supe que sería como mi hombre.
- Cuando llega a mi cuarto(aquel hombre), por alguna razón que aún no entiendo, se nota distante, como si yo fuera un ente.
- Hoy cenamos en la gran mesa, parecía serio, como si yo estuviese haciendo lo incorrecto.
- Se me olvidó mencionar que aquel muchacho escribre relatos de mi esposo muerto...muerto.
- En la mañana de hoy volvió a mirarme como su princesa y en ese mismo día en la noche, cayó en mis brazos sin verguenza y como un loco apasionado.... ¡ esperen !... me quitó sus besos, me miró con asco y se fué corriendo a su habitación.
- Mi muchacho ya no me quiere, no importa... soy y sigo siendo aquella luz de día y aquella estrella de noche.
Soy consuelo, el olograma.
Ya hace 32 años que no veo mi realidad, tan solo yo sigo siendo mi jovven y vital cuerpo.
- "¿Soy quien soy?"(me pregunta el día) y sin más resùesta le contesto: "soy la noche y soy el día".
- Al menos tengo estos profundos ojos azules, que podría dominar el mundo, ¿Porqué no a un hombre?.
- Hoy desperté queriendo ser joven, tengo tantas ganas, que pude ver mis manos y piel como una niña de 16 años.
- Quiero sentirme más joven, es por eso que llamé aquel hombre, aquel hombre que apenas logró captar mis manos jovenes, supe que sería como mi hombre.
- Cuando llega a mi cuarto(aquel hombre), por alguna razón que aún no entiendo, se nota distante, como si yo fuera un ente.
- Hoy cenamos en la gran mesa, parecía serio, como si yo estuviese haciendo lo incorrecto.
- Se me olvidó mencionar que aquel muchacho escribre relatos de mi esposo muerto...muerto.
- En la mañana de hoy volvió a mirarme como su princesa y en ese mismo día en la noche, cayó en mis brazos sin verguenza y como un loco apasionado.... ¡ esperen !... me quitó sus besos, me miró con asco y se fué corriendo a su habitación.
- Mi muchacho ya no me quiere, no importa... soy y sigo siendo aquella luz de día y aquella estrella de noche.
Soy consuelo, el olograma.